Mientras decimos adiós al verano, a las buenas temperaturas y al buen tiempo, ya estamos planeando qué podemos hacer durante el invierno para disfrutar del agua que tanto vamos a echar de menos hasta el verano que viene. Mientras que algunos prefieren los deportes que tienen que ver con el agua, otros prefieren dedicarse a la salud aprovechando también los beneficios del agua fría. ¿Seguro que quieres cerrar la piscina en invierno?
Beneficios del agua fría
Aunque lo que más apetece en invierno es darse un baño de agua caliente o meterse en la ducha con el grifo abierto en el agua caliente, mucha gente no sabe que las duchas y los baños de agua fría traen muchos más beneficios para nuestro organismo, si bien pueden resultar más incómodos que los baños de agua caliente. Aprovechar nuestras piscinas en casa para el baño con agua fría también es una excelente opción.
Los beneficios más inmediatos de bañarse o ducharse con agua fría se notan exteriormente, y es que tu piel estará mucho más tersa y luminosa después de un baño de agua fría que después de un baño de agua caliente. Y no solo tu piel: tu pelo también se beneficiará de las duchas de agua fría, ya que le hace más fuerte y le aporta más brillo. Interiormente, uno de los mejores beneficios que tienen los baños de agua fría es la mejora de la circulación sanguínea, algo que puedes empezar a notar desde la primera ducha.
Ante el cambio de temperatura, el cuerpo comienza a bombear más sangre a los órganos y tejidos, lo que deriva en un mejor flujo sanguíneo, es decir, tu cuerpo será más efectivo en las tareas que debe realizar. Las células se verán nutridas con mayor oxígeno, lo que también contribuye a la mejora de la circulación.
¿Sabes por qué es más recomendable darse duchas de agua fría por las mañanas? Porque una ducha de agua fría da mucha más energía que una ducha de agua caliente, que prácticamente invita a meterte en la cama nada más salir del baño. Ya sabes cuáles son las ventajas de los baños y las duchas de agua fría: ¿las pondrás en práctica?