El buen tiempo se acerca, el calor está a la vuelta de la esquina y muchas veces hacer deporte en verano tiene unos riesgos que debes minimizar para evitar golpes de calor. Una buena forma de evitar los problemas provocados por una ola de calor especialmente intensa es refrescarte en tu piscina de obra, pero si a la vez quieres ponerte en forma y hacer ejercicio, practicar un deporte de piscina puede ser la solución perfecta.
A lo mejor piensas que tu piscina no es lo suficientemente grande como para practicar algún deporte en ella, pero por suerte siempre puedes rediseñar tu piscina para adaptarla a tus necesidades. Así, podrás disfrutar de estos tres deportes de piscina en casa.
Waterpolo
Uno de los deportes más aclamados para practicar en una piscina, lo más importante es crear dos equipos que se puedan enfrentar entre ellos. Aunque el waterpolo profesional suele tener seis jugadores por equipo, puedes organizar los tuyos como mejor te vengan. El objetivo es marcar el mayor número de goles al equipo contrario, algo que parece fácil pero que se complica cuando los jugadores tienen que hacer frente a la resistencia que ofrece el agua.
Si quieres jugar lo más profesionalmente posible, tienes que saber que un partido de waterpolo se divide en cuatro tiempos de ocho minutos cada uno, y que los jugadores no pueden pisar el suelo de la piscina.
Natación sincronizada
Practicar este deporte en tu piscina de obra es tan sencillo como acordar una coreografía y, al ritmo de la música, practicarla todos a la vez. No hace falta que sea tan elaborada como la natación sincronizada profesional, pero sin duda te proporcionará a ti y a tu familia un buen rato de diversión mientras disfrutáis de los beneficios del deporte de piscina.
Saltos
Tanto si son de trampolín como desde el borde de la piscina, un concurso de saltos puede ser una muy buena idea para que los más pequeños hagan deporte sin que se den cuenta de ello. Basta con asignar un premio para aquel que consiga el salto más espectacular, y la competición se desarrollará por sí misma.
Recuerda que cuando se acabe el verano, es vital que protejas tu piscina de las inclemencias del mal tiempo, y no hay mejor manera de hacerlo que con un cobertor de invierno. Podrás disfrutar de los deportes de agua al verano siguiente sin preocupaciones.