La temporada de piscinas está a punto de comenzar y aunque la apertura de las piscinas municipales y la llegada del buen tiempo suelen ser motivos de diversión, vacaciones y despreocupación, hay un asunto que no hay que pasar por alto, ya se disfrute de una piscina pública o una piscina privada: la seguridad. En especial, la seguridad infantil. Por ello ya se han puesto en marcha diferentes campañas informativas para evitar que se produzcan ahogamientos en las piscinas, especialmente ahogamientos infantiles: éstos suponen la tercera causa de muerte infantil en el mundo y los más afectados son los pequeños entre 1 y 4 años.
Consejos para evitar ahogamientos infantiles en la piscina
Tan importante es la protección dentro del agua como fuera del agua, por lo que es muy importante proteger a los niños de los rayos del sol mediante crema protectora y gorras o sombreros; además, es recomendable no exponerles directamente al sol, sino buscar siempre zonas de sombra. Igual de importante es mantener una buena hidratación, por lo que deben beber mucha agua.
Los niños pequeños nunca deben bañarse solos, siempre deben hacerlo bajo la supervisión de un adulto. El socorrista de la piscina siempre está atento a la seguridad de los bañistas, pero eso no significa que deba ocuparse personalmente de cada niño: es mejor que los pequeños no se queden solos. Vigila también que no corran por el borde de la piscina y que no dejen juguetes por medio, para evitar que otros niños y bañistas tropiecen con ellos.
Si el niño aún no se maneja bien en el agua o no estás seguro de que su nivel de natación sea el adecuado para ir sin manguitos o chaleco hinchable, haz que lo lleve. No solo tú estarás más tranquilo, sino que el niño también se dará cuenta de que tiene más libertad de movimientos al no hundirse. Si sabe nadar, seguramente querrá saltar a la piscina: vigila que se lance en una zona donde no haya más personas y, especialmente, donde no corra el riesgo de darse un golpe contra el suelo de la piscina.