Para terminar con la serie de mitos sobre la piscina que iniciamos la semana pasada y continuamos el pasado lunes con el corte de digestión en la piscina, para hoy cerramos con un tema que, desde el principio, muchos no considerarán un mito: ¿es cierto que los bañadores se estropean con el cloro de las piscinas de obra?
Cuando al bañador le salen bolitas blancas
¿Qué le ha pasado a tu bañador si te has duchado nada más salir de la piscina y cuando has llegado a casa has lavado el bañador sin perder ni un segundo, para evitar precisamente esto? Lo cierto es que el cloro es extremadamente dañino para los tejidos, y es que el hipoclorito sódico, o cloro, se traduce también como lejía: se trata de un compuesto químico blanqueador que provoca un efecto extremadamente corrosivo sobre los tejidos. ¿Y por qué el bañador se estropea, si supuestamente está preparado para someterse al cloro? La respuesta está en el elastán, un componente de nuestros bañadores, que es especialmente sensible al cloro. Además, actúa aunque el tejido ya no esté mojado: el cloro va a deteriorar tu traje de baño de una manera o de otra.
¿Qué solución puedes buscar entonces, para evitar tener que comprar un bañador cada tres meses? Existen bañadores que están hechos de otros productos que resisten mejor al cloro, como la poliamida, que es un tejido elástico, que resiste a la fricción, a la tracción, es flexible y además resiste los productos químicos. Sin embargo, siempre es muy recomendable llevar a cabo un correcto cuidado de nuestros bañadores, y para ello te enseñamos algunos trucos para que resistan más los días de piscina.
Por ejemplo, es recomendable aclarar el bañador con mucha agua fría después de salir de la piscina, es decir, ¡la ducha es muy importante no solo para tu piel, sino también para tu bañador! Y es mejor que no lo guardes mojado en una bolsa o mochila, porque es más fácil que las fibras que lo componen se estropeen. Evita también la secadora o secarlo en un radiador, ya que de esta forma se estropea su elasticidad, y procura después de lavarlo guardarlo en un lugar seco y protegido de la luz.