La llegada del verano, del calor y del buen tiempo se traduce en chapuzones y buenos ratos en la piscina del jardín, con el fin de evitar las olas de calor en la mayor medida posible. Sin embargo, esta época es en la que más casos de infecciones aparecen, especialmente de cistitis: cambios bruscos de temperatura corporal, prendas mojadas después de salir de la piscina... De hecho, la cistitis es la segunda infección más común en toda España. ¿Quieres saber algunos consejos para prevenirla?
Cistitis y piscinas
Lo que más apetece en verano para huir del calor sofocante es darse un baño en la piscina, pero hay que tener en cuenta algunas medidas para que nuestro momento de esparcimiento estival no se convierta en una visita al médico. Aunque no es una infección grave, sí puede resultar molesta o convertirse en algo más preocupante si los síntomas se mantienen y no se pone remedio al problema. Lo habitual es que los casos leves se curen de forma espontánea, pero si no, es recomendable acudir al médico para que recete un antibiótico.
Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden llevar a cabo para prevenir la aparición de este tipo de infecciones. Beber una gran cantidad de agua, al menos un litro y medio, favorece el funcionamiento de las vías urinarias, ayudando a que éstas se eliminen. Por eso es muy importante acordarse siempre de llevar agua a mano, ¡incluso aunque vayas a dar dos largos en tu piscina Liner Valencia!
Algo que todo el mundo suele hacer es dejarse el bañador húmedo después de salir de la piscina. Esto hace que la zona del vientre se quede húmeda y se enfríe bruscamente, favoreciendo la aparición de la infección: es preferible perder unos minutos cambiándote de ropa que mantener la frialdad y ayudar a que la cistitis aparezca.