La llegada del buen tiempo es un motivo de celebración para los amantes de la piscina, para todos aquellos que disfrutan con un buen chapuzón refrescante al llegar a casa. Pero en verano se pueden hacer muchas cosas divertidas, y algo que en algunos sitios aún se lleva es el cine de verano. ¿Y qué mejor manera de unir las buenas sensaciones de la piscina que zambullirse en las maravillosas historias que cuentan las películas? Aquí tienes tres historias de cine en las que la piscina de obra se perfila casi como otro personaje.
El Gran Gatsby
La versión de 1974 fue protagonizada por Robert Redford y en la de 2013 le tomó el relevo Leonardo DiCaprio, pero en ambos casos la piscina del gran Gatsby tiene relevancia en la trama. Contada al más puro estilo Moulin Rouge, El Gran Gatsby narra el empeño de su protagonista por conseguir el amor de su juventud, en el contexto de la alta sociedad norteamericana de los años 20. Una buena manera de evocar esos tiempos puede ser construir una piscina temática como la que el personaje de DiCaprio tiene en su mansión.
Los Descendientes
Los Descendientes, estrenada en 2011, tiene como protagonista a George Clooney en el papel de un padre que debe hacerse cargo de sus hijas a pesar de no tener una relación muy buena con ellas. Prueba de que el afecto entre padre e hijas no está muy afianzado es el momento en que el personaje de Clooney decide que una noticia trágica debe ser dada mientras limpia la piscina. Con un sistema robotizado de limpieza eso no habría pasado.
Gremlins
La muy conocida película de Joe Dante, estrenada en 1984, tiene mucho que ver con el agua, y es que los monstruosos Gremlins tienen un extraño rechazo hacia este líquido. Es más, entre sus curiosas instrucciones una de ellas es dar de beber al mogwai, pero no mojarlo en ningún momento y bajo ningún concepto. El resultado si esto se lleva a cabo quedó bastante patente en la película.