Hacer ejercicio no solo es cosa de la época del año, es decir, no solo hacemos deporte en invierno, o solo en primavera, por ejemplo. El resto del año es bueno para nuestra salud seguir haciendo deporte, aunque en verano se vuelve una tarea un poco más complicada debido a las temidas olas de calor: es importante mantenerse hidratado, no hacer deporte en las horas centrales del día y no hacer demasiados esfuerzos físicos. Entonces, ¿qué tipo de deporte se puede practicar en verano? La respuesta es sencilla: deportes acuáticos, como el volei-piscina, un complemento ideal al aquaerobic del que hablábamos la pasada semana.
<h2>Deportes de piscina: el voleibol</h2>
El voleibol es un deporte que de forma habitual relacionamos con el verano, especialmente con la playa: no suelen faltar los destinos de playa con una red de voleibol en alguna parte, congregando a una gran cantidad de jugadores que esperan su turno para poder pasar un buen rato. Sin embargo, aunque practiques el voleibol en la playa, hay algo de lo que no te estás librando: el calor.
Pero refrescarse mientras practicas este deporte es tan sencillo como llevar la red al agua, hacer equipos y saber nadar: el resto del juego responde a las mismas reglas que la versión que se juega en tierra. Además de aliviar el calor, la ventaja que tiene el voleibol de piscina es que fortalecerás tus músculos todavía más gracias a la presión que ejerce el agua sobre nosotros. Si además juegas en una piscina en la que no haces pie, favoreces a esto debido a la fuerza que deberás ejercer para mantenerte a flote y coger la pelota.
En verano, prácticamente todos los deportes de tierra se pueden transformar en deportes acuáticos si tenemos una piscina en casa, lo que será muy beneficioso tanto para tus músculos como para aliviar los largos días calurosos haciendo deporte y refrescándote.